Movilización del 1 de Mayo organizada por la F.O.R.A

Manifestación y logo de la F.O.R.A. (Federación Obrera Regional Argentina)

Inmigrantes recién llegados

Hombres cargando bolsas de trigo para exportación

Galicia 1890

Identidades nacionales y cuestión social

Se considera generalmente que la consolidación de la identidad nacional en Argentina fue 1880 justo con el establecimiento definitivo del Estado. Sin embargo, la identidad nacional fue algo que se fue consutruyendo progresivamente con los años. Los migrantes que empezaron a llegar al territorio argentino durante este periodo muchas veces mantuvieron firmemente su identidad nacional previa y el contacto con su país de origen. Esto genero temor en la clase dirigente, ante la posibilidad de que surgieran naciones dentro de la nación. A esto se sumaban las nuevas ideas políticas que muchas migrantes trajeron consigo y las revueltas obreras propias de la modernización productiva. A esto se lo llamó “la cuestión social”.

El hospedaje: entre el "Hotel de Inmigrantes" y los conventillos

La llegada de una gran cantidad de gente al puerto de Buenos Aires generó la problemática del hospedaje. El Hotel de inmigrantes alojaba, prestaba servicio y distribuía a los inmigrantes recién llegados. Estaba conformado por diversos pabellones destinados a desembarco, colocación, administración, atención médica, etc. El hospedaje era gratuito por cinco días, pero generalmente podía extenderse en casos de enfermedad o por no haber conseguido trabajo. El primer edificio del hotel se construyó como instalación pasajera en 1887 y finalmente funcionó por 24 años. Recién en 1911 culminó la construcción del segundo y definitivo hotel.

Otra alternativa de vivienda urbana eran los conventillos, casa de inquilinatos en las cuales se alquilaban las piezas a distintas familias o personas mientras se compartían el resto de los ambientes como el baño y la cocina.

Algunos números

En la década de 1880 la inmigracón adquirió un ritmo vertiginoso en la Argentina. El puerto de Buenos Aires recibió miles de europeos que cruzaban el Atlántico para llegar a un puerto poco preparado. Entre 1880 y 1914 ingresaron más de 4.200.000 personas. Hasta 1910 se radicaron alrededor de 1.000.000 de italianos, 700.000 españoles, 90.000 franceses, 70.000 rusos, en su mayoría de origen judío, 65.000 turcos, la mayor parte de origen sirio o libanes, 35.000 austro-húngaros, 20.000 alemanes y en menor cantidad portugueses, suizos, belgas y holandeses. Además, muchísimos otros entraron y no se quedaron.